TÍTULOS Y CERTIFICACIONES
Conviértete en un profesor profesional para difundir mejor la Palabra de Dios.
Nuestra misión
La misión de JILIU es edificar el Cuerpo de Cristo y formar la Iglesia del Nuevo Testamento para que revele el Reino de Dios en cada uno de los segmentos de nuestra sociedad, que la Gloria de Dios cubra la tierra. JILIU es pionera del modelo moderno de desarrollo del ministerio vocacional en el campo de la educación superior para la preparación ministerial. Efesios 4: 1-4
Nuestro Credo
Que Jesucristo es el Señor.
Creemos en la deidad de Jesucristo como el único Hijo de Dios. Creemos en Su muerte por cada hombre, Su resurrección y Su eventual regreso a la tierra para juzgar al mundo.
nuestra filosofía
JILIU se estableció bajo la fundación de Jesucristo y el plan de estudios de nuestra Universidad se centra en la Biblia. Creemos que Dios se ha revelado a la humanidad en los escritos comúnmente conocidos como el Antiguo y Nuevo Testamento de la Santa Biblia. Creemos que son la guía necesaria para resolver cuestiones doctrinales y orientar la estructura y misión de la Iglesia.
"JILIU marcha alrededor del mundo... gracias al apoyo del Espíritu Santo y su dirección divina y gracias por cientos de ministros que se han apropiado del sueño de JILIU y lo han convertido en su propio sueño".
- Dr. Miguel Puig - Presidente
Alcance internacional
Nuestra Universidad trabaja internacionalmente con nuestro personal docente de 7 y los más de 300 decanos y profesores en todo el mundo. Estamos ofreciendo a todos los pastores, ministros y maestros la oportunidad de recibir educación superior sin moverse.
JILIU cree no solo en dictar a una clase, sino también en ministrar sus corazones y almas.
Estamos ofreciendo un programa único a todos los líderes religiosos para que se conviertan en profesores profesionales y los equipemos con las herramientas para promover la Gloria de Dios.
Nos comprometemos, primero, a dotar a cada alumno de las herramientas necesarias para afrontar las exigencias de un ministerio cristiano eficaz, y segundo, a conducirlo apasionadamente a la dedicación de su vida al servicio de nuestro Señor Jesucristo.